Introducción
Hace quince días me propuse un reto que, sinceramente, no sabía si podría cumplir: estar completamente desconectada de las redes sociales. Lo hice por curiosidad, por necesidad y porque sentía que mi relación con el móvil se estaba volviendo insostenible.
A lo largo de este tiempo, he pasado por momentos de ansiedad, reflexión profunda y, finalmente, liberación. En este blog, quiero compartir mi experiencia personal, pero también examinar esta adicción tan actual y ofrecer algunas herramientas para quienes quieran desengancharse, tengan la edad que tengan.
Mi Experiencia Personal
El día que lo anuncié: Era casi medianoche cuando decidí que iba a “desconectarme”. En esos últimos minutos, me sentí atrapada en una especie de urgencia por consumir todo el contenido que pudiera antes de que llegara el «apagón». Mi cerebro parecía exigirme un último atracón de vídeos, como si supiera que estaba a punto de privarlo de su dosis diaria de dopamina.
Primeros Días: Los primeros días fueron los más difíciles. Constantemente sentía la necesidad de coger el móvil. Varias veces, mi dedo se movió de forma automática hacia la aplicación de Instagram, como si fuera un reflejo. Incluso llegué a soñar que rompía mi promesa y entraba sin darme cuenta. Fue entonces cuando comprendí cuán arraigada estaba esta adicción.
Días Intermedios: Conforme pasaban los días, comencé a notar cambios en mí. Dormía mejor, prestaba más atención a lo que me rodeaba, y reflexionaba sobre cómo las redes sociales habían moldeado mi comportamiento.
Sin embargo, también me di cuenta de algo más profundo: mi adicción no era (es) solo a las redes sociales, sino al móvil en general. Al eliminar las redes, mi cerebro buscaba llenar ese vacío con otras aplicaciones. Descubrí que, en lugar de ganar tiempo de calidad, simplemente lo reemplazaba con más tiempo frente a la pantalla, solo que con otros usos. Esto me hizo entender que el verdadero problema era una dependencia global a la herramienta que me ofrece acceso inmediato a todo tipo de información y entretenimiento.
Últimos Días: Llegar al décimo día fue un logro significativo para mí. Aunque seguía teniendo la tentación de volver a las redes, me di cuenta de que debía abordar la raíz del problema: el uso excesivo del móvil en su totalidad. Y eso me llevó a tener miedo de volver. Sí, aunque las redes sociales y el móvil en general son una herramienta muy potente de trabajo y divulgación para mí, me aterra que la vuelta suponga volver a engancharme y no hayan servido de nada estos días de reflexión.
Lo que la Ciencia Dice Sobre la Adicción a las Redes Sociales
La adicción a las redes sociales es un fenómeno real y creciente, reconocido por muchos expertos en salud mental. Según estudios recientes, el uso excesivo de redes sociales puede llevar a un ciclo de dependencia similar al de otras adicciones. Las redes están diseñadas para mantenernos enganchados, activando los circuitos de recompensa en el cerebro cada vez que recibimos un «me gusta» o un comentario positivo. De esto os habla largo y tendido y con muchísimas evidencias mi querida María Couso (@play.funlearning).
Impacto Psicológico: La dependencia del reconocimiento social puede generar ansiedad, depresión y baja autoestima, especialmente en adolescentes y jóvenes adultos. La constante comparación con otras personas, la búsqueda del aplauso digital, y la necesidad de pertenecer a un grupo afín son algunos de los factores que exacerban esta adicción.
Datos Relevantes: Según un informe de la Universidad de Harvard, el 40% de la población mundial utiliza redes sociales, y de estos usuarios, un 10% presenta signos de adicción. Este comportamiento compulsivo afecta negativamente la productividad, las relaciones personales y, en casos extremos, puede llevar a un aislamiento social profundo.
Reflexiones Finales y Aprendizajes
Estos 15 días me han enseñado mucho sobre mí misma y sobre esta adicción que empezaba a dominar mi vida. He aprendido que es crucial establecer límites claros, no solo en el uso de redes, sino en el uso de la tecnología en general porque, de lo contrario, estos 15 días de reflexión se irán al traste.
El futuro de mi relación con el móvil dependerá de mantener un equilibrio, de usarlo como una herramienta y no como una vía de escape para “matar el tiempo”.
Charla TED «Adicción al móvil» (Marc Masip)
Te invito a ver este vídeo, que explora en profundidad cómo las redes sociales afectan nuestra mente. Es un complemento ideal para entender mejor el impacto psicológico que he experimentado durante estos 15 días sin redes sociales.
Si tienes interés en obtener más información sobre cómo enfrentar la adicción a las redes sociales, tanto a nivel personal como para trabajarla con tus hijos e hijas, deja un comentario en esta entrada. Estoy considerando organizar una formación online práctica sobre herramientas para controlar el uso del móvil y herramientas de control parental para proteger a nuestro alumnado y a nuestros hijos e hijas. Considero que es importante que nos formemos, toda la comunidad, en el buen uso de la tecnología para que podamos utilizarla y disfrutarla de una manera saludable.
Conclusión
Este reto ha sido una montaña rusa emocional, pero también una experiencia extremadamente enriquecedora. Espero que mi historia inspire a otras personas a reflexionar sobre su propio uso de las redes sociales y el móvil en general, y a considerar un descanso digital. El mundo real tiene mucho que ofrecer, y vale la pena reconectar con él.
Otras formaciones
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Es decir, que quieres sacar rédito de la adicción a las TICs de otras personas mediante una formación que habrá que hacer a través de un dispositivo. Es cuanto menos incoherente.
¡Hola, Ruth!
Bueno, yo no lo veo del mismo modo… Internet nos ofrece la oportunidad de poder enviar nuestro mensaje al mundo y, dado que este es un problema que se extiende por todo el planeta, no veo incoherente precisamente utilizar internet como medio para ofrecer recursos y herramientas que nos ayuden a controlar esta adicción a las pantallas.
La tecnología es necesaria y tiene muchísimos beneficios. No abogo por dejar de usarla… Tan solo me gustaría compartir los trucos, recursos, apps que voy encontrándome por el camino para controlar su uso, tanto para mí como para aplicarlas en el uso de la tecnología por parte de menores.
Espero que quede así más claro mi mensaje.
¡Saludos y gracias por comentar!