Tras 18 meses lactando, puedo afirmar que la lactancia ha sacado lo mejor y lo peor de mí. Los inicios dando de mamar son muy duros y las primeras crisis se viven como un túnel muy oscuro y sin salida.
No obstante, y hablo de mi experiencia, superados esos baches, a día de hoy echo la vista atrás y no puedo sentirme más orgullosa de lo que he conseguido, del vínculo tan especial que P. y yo hemos construido. Pienso en el momento en el que ya no busque mi teta y me muero de pena, así que cada momento que lo tengo enganchadito a mí lo disfruto al máximo. Quiero recordarlo siempre en mi memoria, y no se me ocurre mejor opción que con una joya en la que deje unas gotitas de ese elixir mágico fosilizadas para siempre.
Te comparto en mi cuenta de instagram el vídeo del proceso de realización de mi joya de leche materna. Lo he hecho con un kit de @lacktoeurope y no ha podido ser más fácil y divertido.
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¡Porfis, quiero ver fotos de vuestros resultados!
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